Se acerca el final del año y, para todas aquellas empresas que cuenten con existencias en su activo y cuyo ejercicio social coincida con el año natural, llega el momento de llevar a cabo la regularización del stock existente.
Para ello, debe realizarse un inventario de las existencias con las que cuenta la empresa al final del ejercicio que permita conocer su valor económico. Si no puede llevarse a cabo un recuento manual de las existencias almacenadas, existen herramientas de software de gestión contable que realizan el cálculo automáticamente.
Estas existencias se valorarán según su naturaleza:
* Productos adquiridos a terceros para su posterior reventa (mercaderías): se valoran según el precio de adquisición, que incluye importe total de la compra, sin el IVA deducible, más todos los gastos que haya generado la operación (transportes, seguros, etc.)
* Productos fabricados por la empresa: estos deben valorarse según el coste de producción, que es la suma del precio de adquisición de las materias primas y de los materiales consumidos en la fabricación, de los costes directos de la producción (energía, mano de obra, etc.) y de la parte proporcional de los costes indirectos (gastos de administración, alquiler de local, etc.) imputables a la producción. Deben distinguirse materias primas, productos terminados y productos semiterminados según la fase de producción en que se encuentren.
* La reciente resolución del ICAC, de 10 de febrero de 2021, por la que se dictan normas de registro, valoración y elaboración de las cuentas anuales para el reconocimiento de ingresos por la entrega de bienes y la prestación de servicios establece ciertas particularidades para la valoración de los contratos de construcción y para las prestaciones de servicio de productos en curso de fabricación.
Para obtener el valor global de las existencias que debe reflejarse en contabilidad, existen distintos criterios de valoración, siendo los principales los siguientes:
* El Precio Medio Ponderado (PMP), en el que se realiza una media ponderada de los costes de adquisición o fabricación de los productos en stock. Es el criterio más neutral y el más recomendable con carácter general.
* El FIFO (First In First Out), con el que se considera que se ha dado salida primero a los productos que hemos adquirido o fabricado primero y, por lo tanto, el valor de lo que tenemos responde a las últimas adquisiciones.
En base al principio de uniformidad, una vez elegido un determinado criterio para todas las existencias que tengan una naturaleza y un uso similares, la empresa no podrá cambiarlo y si lo hace deberá explicar los motivos en la Memoria.
Para reflejar fielmente el valor de las existencias, deben realizarse una serie de regularizaciones contables al final del ejercicio:
* Deterioros reversibles de existencias: Debemos ajustar el valor de aquellos productos que tenemos en stock y cuyo valor en el mercado actual estimamos que está por debajo de su coste, aunque esta situación puede cambiar en el futuro.
* Deterioros irreversibles de existencias: Debemos dar de baja aquellas existencias obsoletas o inservibles que ya no tienen valor y que no podrán recuperarse.
* Variación de existencias: Debemos reflejar la diferencia entre el valor de las existencias al inicio y al final del ejercicio, sin tener en cuenta los deterioros, que ya han sido contabilizados de forma separada.
¿Cómo afecta a la cuenta de resultados de la empresa?
Una vez realizada la regularización de las existencias, nos podemos encontrar con dos escenarios, que tendrán impacto en la cuenta de resultados de la compañía:
* Aumento de existencias: Si el inventario final es superior a la inicial, la diferencia supondrá un ingreso para la empresa.
* Disminución de existencias: Si el inventario final es inferior a la inicial o se han producido deterioros, la diferencia será un gasto para la empresa.
Señales de alerta
Hacienda conoce los márgenes habituales de existencias de los distintos sectores y cada vez realiza más comprobaciones al respecto para evitar que las empresas manipulen la información con el fin de evitar pagar mayores impuestos. Por ello es importante evitar las siguientes señales de alerta:
* Existencias infladas en proporción al importe de ventas o compras del ejercicio en curso.
* Reducción del stock por debajo de los márgenes habituales sin justificación.
En el caso de tener existencias a 31 de diciembre o trabajos en curso pendientes de facturar, os recordamos la necesidad de preparar un listado detallado con la valoración en esa fecha, para el caso de que la Agencia Tributaria lo requiera.
Disponemos de un modelo en formato Excel que permite realizar el cálculo de la variación de las existencias mediante los dos principales métodos de valoración (PMP y FIFO). En caso de que lo necesitéis, podéis solicitárnoslo y os lo haremos llegar.
Para cualquier consulta al respecto, no dudéis en contactar con nosotros.