En los últimos años desde AGL hemos sido testigos de diversos ataques informáticos a clientes del despacho, a compañeros de profesión e incluso a nosotros mismos nos han hackeado, por suerte sin incidencias importantes aparte del susto de ver qué tu web ha sido suplantada durante unas horas por alguien que decía que actuaba en nombre de Alá …

Desde siempre la información es poder y la pandemia ha acelerado a marchas forzadas a la digitalización. Hoy en día nos hemos acostumbrado a digitalizarlo todo, trabajar con menos papel y ahorrar espacio físico que hemos cambiado por servidores y nubes de información.

Con toda la tecnología que tenemos al alcance, resulta irónico lo fácil que puedes llegar a perder todo.

España es uno de los países con más ciberataques a nivel mundial y no pasan las semanas sin alguna noticia sobre ciberataques, ayer sin ir más lejos la web del SEPE.

La mayoría de amenazas informáticas son conocidas como malware, spyware, adware, phishing, virus, troyanos, gusanos, rootkits, ransomware y secuestradores del navegador.

Todos y cada uno de estos nombres los habrás escuchado alguna vez y cada vez serán más conocidos. No vamos a entrar en detalle de explicar cada uno de ellos, pero debes ser consciente que aumentan su uso para acceder a contraseñas, información de tarjetas de crédito, bloquear tus equipos, eliminar tus datos personales, suplantar la identidad, realizar estafas, ralentizar tu equipo, e incluso para pedir un rescate por robo de datos.

A pesar del incremento de estos delitos, según una encuesta realizada por Google, el 99,8% de las empresas españolas no creen que puedan ser objetivo de tales delitos, y casi 3 millones están poco o nada protegidas contra hackers.

Si bien existen “programas que te protegen”, no son la panacea y al existir tal cantidad de amenazas a veces no son suficiente. Finalmente, cuando necesitas las copias de seguridad, si es que existen, pueden no haber sido correctamente realizadas.

Como medida para paliar los posibles riesgos y costes de un ataque informático aconsejamos contratar una póliza que permita por una parte contar con expertos que solucionen técnicamente y de manera urgente el posible secuestro o pérdida de datos y por otra parte cubrir las posibles pérdidas derivadas del cese de actividad por un período más o menos prolongado de tiempo.

Desde AGL te podemos ofrecer una propuesta de póliza que cubra estas necesidades a través de una entidad de prestigio como MAPFRE; si estás interesado no dudes en ponerte en contacto con nosotros.